Alemania, finales de abril de 1945. Michael Hansen, de veinticinco años, regresa a su país
natal como oficial estadounidense y acepta un encargo del servicio secreto: debe
averiguar qué papel ha tenido un importante científico en el régimen nazi. Mientras aún se
están librando batallas regionales, Hansen sale de Frankfurt en dirección a Baviera y se
instala a orillas del lago Ammer. En una tienda de antigüedades de Múnich conoce a Wagner, un
disidente y antiguo compañero de aventuras del profesor Ploetz, teórico de la eugenesia.
Este le relata la historia de una amistad que nació a finales del siglo XIX en Breslavia y que
condujo a ambos estudiantes a Zúrich y más adelante a América, y que los enfrentó en un
debate acerca del mejor orden social: por un lado, el socialismo según Marx, y por otro,
el proyecto utópico de la comunidad «Icaria», fundada en Estados Unidos por el
revolucionario francés Étienne Cabet. La confesión vital de Wagner pone a Hansen tras
la pista del pacto con el diablo que firmó Ploetz con los nazis, así como del destino
radicalmente distinto al que se enfrentó el anticuario debido a su oposición ideológica.